martes, diciembre 5

Increíble, la soberbia continúa… la orden del Imperio

Me gustaba la idea de escribir hoy algo así como lo que proponía “Er Conde” cuando estaba en campaña “después del 3D, todos vamos a la Serie del Caribe, todos somos Venezuela”. Pero ya no me da la gana.

No me da la gana porque ya se visualiza a los dirigentes de la oposición renuentes a aceptar los que el pueblo soberanamente decidió. El nuevo discurso expone que ahora hay una minoría cualitativamente mejor que la mayoría equivocada. Ahora resulta que esos 4 millones de personas deben dictar las pautas de lo que se hará en el país de hoy en adelante.

Increíble es el calificativo que mejor se adapta a las declaraciones de los dirigentes de los partidos de oposición ayer lunes. Un Sr. Planas vociferando y tergiversando, una vez más, explayando cualquier tipo de conexiones entre el socialismo del siglo XXI que se construye (verbo en presente hacia futuro) con el socialismo nazi o el socialismo de Mussolini.

Increíble ver el descaro de Carlos Ocariz diciendo que el Presidente tiene el poder legislativo secuestrado, siendo él uno de los que renunció a la postulación electoral como diputado jugando una estrategia desestabilizadora del orden constitucional.

La gota que derrama mi paciencia y tolerancia la pone nada menos y nada más que Teodoro Peckoft, quien aseveró: “Dios protege a los buenos solo si son mayoría”…
El colmo pues, sigue el discurso de los buenos, lo iluminados por Dios, los ilustrados, los verdaderamente preparados para conducir el país… los demás que acaten.

Guste a quien le guste la palabra IMPERIO sigue estando presente hoy más que nunca. Los amos del norte ya redimensionaron su estrategia y se montan desde ya descaradamente en ella.

Los mensajes de integración y de autocrítica expresados por el PRESIDENTE CHÁVEZ ala oposición simplemente le saben a mierda (y me disculpan el tono). A las palabras del presidente se suma la posición del programa “La Hojilla” (que no es para nada un programa de mis favoritos, valga decir) el cual se comporto con una humildad sorprendente. A pesar de la batía de las elecciones el tono del programa fue profundamente autocrítico, analítico, nada pedante, nada de gritos, mucho análisis y preocupaciones. Pues esto también les supo a mierda.

Pues, hoy les digo a los compañeros que se consideren de izquierda que, robándole la consigna a la oposición, nuestra lucha sigue. El llamado es a la organización, a la formación y a garantizar la buena gestión. Seguimos en resistencia, que nadie se llame a engaños. Tenemos el gobierno, tenemos la mayoría del pueblo pero no el poder.

Hoy más que nunca… Sigo rodilla en tierra!!!